EL CIELO NOS HABLA EN MEDJUGORJE
"Yo he venido a llamar al mundo a la conversión por última vez" ( 2/05/1982)
"Queridos hijos: orad conmigo para que todos vosotros tengáis una vida nueva. En vuestros corazones, hijos míos, sabéis lo que hay que cambiar: regresad a Dios y a sus mandamientos para que el Espíritu Santo pueda cambiar vuestras vidas y la faz de esta tierra, que necesita de una renovación en el Espíritu" Mensaje del 25 de mayo de 2020.

El gran banquete



  "Jesús le contestó: un hombre daba un gran banquete y convidó a mucha gente; a la hora del banquete mandó un criado a avisar a los convidados: "Venid, que ya está preparado". Pero ellos se excusaron uno tras otro. El primero le dijo: "He comprado un campo y tengo que ir a verlo. Dispénsame, por favor". Otro dijo: "He comprado cinco yuntas de bueyes y voy a probarlas. Dispénsame, por favor". Otro dijo: "Me acabo de casar y, naturalmente, no puedo ir".

El criado volvió a contárselo al amo. Entonces, el dueño de casa, indignado, le dijo al criado: "Sal corriendo a las plazas y calles de la ciudad y tráete a los pobres, a los lisiados, a los ciegos y a los cojos". El criado dijo: "Señor, se ha hecho lo que mandaste, y todavía queda sitio". Entonces el amo le dijo: "Sal por los caminos y senderos e insísteles hasta que entren y se llene la casa". Y os digo que ninguno de aquellos convidados probará mi banquete" (Lc 14, 15-24)

"La misa de la mañana" Pharamond Blanchard

El Amor de Dios mueve el Universo


 
     "Me gustaría solamente subrayar que Dios y Cristo caminan con nosotros y están presentes también en la naturaleza, como afirmó san Pablo en el discurso al Aerópago: «En Dios vivimos, nos movemos y existimos» (Hch 17,28). Cuando leemos en el Génesis el relato de la Creación, corremos el riesgo de imaginar que Dios ha sido un mago, que con una varita mágica iba haciendo todas las cosas. Pero no fue así. Él ha creado los seres y los ha dejado desarrollar según las leyes internas que Él ha puesto en cada uno, para que se desarrollasen y para que llegasen a la propia plenitud. Él ha dado autonomía a los seres del universo, y al mismo tiempo ha asegurado su presencia continua, dando el ser a cada realidad. Y así la creación ha ido avanzando por siglos y siglos, milenio tras milenio, hasta que se ha convertido en lo que conocemos hoy, precisamente porque Dios no es un demiurgo o un mago, sino el Creador que da el ser a todos los entes. El inicio del mundo no es obra del caos, y debe a otro su origen, sino que deriva directamente de un Principio supremo que crea por amor. El Big Bang que hoy se sitúa en el origen del mundo no contradice la intervención creadora divina, sino que la exige. La evolución de la naturaleza no contrasta con la noción de creación, porque la evolución presupone la creación de los seres que se desarrollan" (Del discurso del PAPA FRANCISCO en ocasión de la inauguración de un busto del Papa Emérito Benedicto XVI en la Pontificia Academia de las Ciencias. 27/10/2014)


          "Cuando propuse la teoría de la relatividad, muy pocos me entendieron, y lo que te revelaré ahora para que lo transmitas a la humanidad también chocará con la incomprensión y los perjuicios del mundo.

Te pido aun así, que la custodies todo el tiempo que sea necesario, años, décadas, hasta que la sociedad haya avanzado lo suficiente para acoger lo que te explico a continuación.

Hay una fuerza extremadamente poderosa para la que hasta ahora la ciencia no ha encontrado una explicación formal. Es una fuerza que incluye y gobierna a todas las otras, y que incluso está detrás de cualquier fenómeno que opera en el universo y aún no haya sido identificado por nosotros. Esta fuerza universal es el AMOR.

Cuando los científicos buscaban una teoría unificada del universo olvidaron la más invisible y poderosa de las fuerzas.

El Amor es Luz, dado que ilumina a quien lo da y lo recibe. El Amor es gravedad, porque hace que unas personas se sientan atraídas por otras. El Amor es potencia, porque multiplica lo mejor que tenemos, y permite que la humanidad no se extinga en su ciego egoísmo. El amor revela y desvela. Por amor se vive y se muere. El Amor es Dios, y Dios es Amor.

Esta fuerza lo explica todo y da sentido en mayúsculas a la vida. Ésta es la variable que hemos obviado durante demasiado tiempo, tal vez porque el amor nos da miedo, ya que es la única energía del universo que el ser humano no ha aprendido a manejar a su antojo.

Para dar visibilidad al amor, he hecho una simple sustitución en mi ecuación más célebre. Si en lugar de E= mc2 aceptamos que la energía para sanar el mundo puede obtenerse a través del amor multiplicado por la velocidad de la luz al cuadrado, llegaremos a la conclusión de que el amor es la fuerza más poderosa que existe, porque no tiene límites.

Tras el fracaso de la humanidad en el uso y control de las otras fuerzas del universo, que se han vuelto contra nosotros, es urgente que nos alimentemos de otra clase de energía. Si queremos que nuestra especie sobreviva, si nos proponemos encontrar un sentido a la vida, si queremos salvar el mundo y cada ser sintiente que en él habita, el amor es la única y la última respuesta.

Quizás aún no estemos preparados para fabricar una bomba de amor, un artefacto lo bastante potente para destruir todo el odio, el egoísmo y la avaricia que asolan el planeta. Sin embargo, cada individuo lleva en su interior un pequeño pero poderoso generador de amor cuya energía espera ser liberada.

Cuando aprendamos a dar y recibir esta energía universal, querida Lieserl, comprobaremos que el amor todo lo vence, todo lo trasciende y todo lo puede, porque el amor es la quinta esencia de la vida.

Lamento profundamente no haberte sabido expresar lo que alberga mi corazón, que ha latido silenciosamente por ti toda mi vida. Tal vez sea demasiado tarde para pedir perdón, pero como el tiempo es relativo, necesito decirte que te quiero y que gracias a ti he llegado a la última respuesta!. Tu padre: Albert Einstein". (Fragmento de una carta de ALBERT EINSTEIN a su hija Lieserl)

Cuando las personas importan menos que los perros



  "Ya quisiera que le diéseis el mismo protagonismo a los niños que se mueren aquí que a los perros"

  Un misionero español en Sierra Leona, José Luis Garayoa, ha hecho unas valientes declaraciones en Onda Cero, en las que reflexiona sobre la campaña en Internet para salvar a Excalibur, el perro de la auxiliar de enfermeria española infectada de ébola en el Hospital Carlos III de Madrid. El resumen de su intervención es el titular que encabeza este post. 

A la campaña en favor del perro, que se desarrolla en Change, se han adherido más de 300.000 personas de todo el mundo. Y yo me pregunto: ¿a alguna de esas personas le importa, por ejemplo, el nombre de esta niña de la fotografia que probablemente haya muerto de ébola en el suelo de un hospital? ¿Alguien ha promovido alguna campaña para apadrinar a los huérfanos de su familia? Los últimos datos hablan ya de más de 3.700 niños africanos huérfanos a causa de la epidemia. La mayoria han sido rechazados por sus familiares supervivientes por miedo a infectarse. ¿Por qué últimamente en la sociedad española hay más sensibilidad por el sufrimiento de los animales que por el de los pobres? ¿Nos queda demasiado lejos la muerte de los miserables, sobre todo si son africanos/negros? Qué paradoja: somos capaces de hacer un clic en una campaña on line para salvar a un perro. Pensamos que así cambiamos el mundo. Pero somos incapaces de mantener la mirada sobre la niña de arriba más de cinco segundos. Pues sepan que esa niña ha muerto peor que un perro, peor que un perro español. Al menos, hay más gente que reclama los derechos del can hispano que los de la niña africana. Dejo a continuación las palabras del misionero español.

Link a la entrevista a Jose Luis Garayoa

 A raíz de esta polémica, yo me hago otra pregunta: ¿cuántos activistas pro derechos de los animales tienen la misma preocupación por los 300 niños que mueren abortados cada día en España en los vientres de sus propias madres? ¿A cuántos les preocupa que España elimine (mate) anualmente a casi 120.000 de sus hijos a través del aborto? (por cierto, de esa cifra, 60.000 son niñas, futuras mujeres a las que no se les ha dado el "derecho a decidir")



Enlace:
las fotos de Samuel Aranda en el New York Times 

El dolor es el grito de Dios al hombre

   
 "El dolor reclama insistentemente nuestra atención. Dios susurra y habla a la conciencia a través del placer, pero le grita mediante el dolor: es su megáfono para despertar a un mundo sordo. El dolor puede ser también el despertador de la fe"

Este texto resume perfectamente el sentido de este artículo del catedrático Ignacio Sánchez Cámara que ha publicado el diario ABC y que me ha sorprendido gratamente. Se trata de un texto que gira en torno al sentido del sufrimiento, del dolor como vía privilegiada de acercamiento del hombre a Dios. Pero, sobre todo, como "llamada" de Dios al hombre, una llamada muy elocuente, ineludible, difícil y plena de sufrimiento, pero llena también de gracias especiales en clave de Salvación. El texto está ilustrado con algunos fotogramas de la película "Tierras de penumbra", de Richard Attenborough, basada en la vida de C.S Lewis. Es, a mi entender, uno de los filmes que mejor refleja el contenido de este artículo.

                                 EL GRITO DE DIOS
   "El dolor es una de las más profundas y misteriosas experiencias humanas. Ante el dolor, físico o espiritual, levantamos la vista hacia Dios. Y solo esto ya otorga un gran valor al sufrimiento humano. Sin embargo, es frecuente referirse al silencio de Dios ante el dolor de los inocentes, ante los campos de exterminio, ante la muerte de los niños, ante la enfermedad, la tortura y el hambre. ¿Por qué calló? ¿Por qué permitió? ¿Por qué calla? ¿Por qué permite? ¿Puede ser ese un Dios omnipotente y, a la vez, absolutamente bueno? Dolor humano y silencio de Dios.

Tal vez la primera observación que quepa hacer consista en negar que todo sea malo en el sufrimiento. Miguel de Unamuno decía que en el dolor nos hacemos y en el placer nos gastamos. Y Beethoven, creo que en la partitura de la Novena, escribió: «A la alegría por el dolor». Al final de la «Barcarola» de los cuentos de Hoffmann, de Offenbach, se canta: «El amor nos hace grandes, y el llanto aún más». La verdad nos hace libres, y el dolor grandes. Nadie ha sido más grande que Jesús abandonado en Getsemaní y luego clavado en lo alto del Gólgota.

El dolor ajeno nos mueve a la compasión, nos conmueve. El propio nos modela. El dolor es la forja del alma. No se puede esculpir sin dar golpes con el cincel. Cabría decir, parafraseando a Nietzsche, que un hombre vale en la medida de la cantidad de dolor que es capaz de soportar. Nada de esto significa que debamos buscar el dolor. No. Debemos evitarlo. Es un mal, pero repleto de cosas buenas. El dolor es un mal, pero sus consecuencias son casi siempre beneficiosas.

Santo Job. Leon Bonnat (1880) Louvre
En este sentido, debe leerse el excelente ensayo El problema del dolor, de C. S. Lewis, si estoy en lo cierto, uno de los más grandes escritores del siglo XX. Su tesis central es que Dios nos grita en el dolor. Dios no calla mientras sufrimos. Habla, incluso grita, precisamente a través de nuestro dolor. Lo que nos duele es la voz aguda de Dios que nos llama. Y nosotros, ignorantes, soberbios y sordos, aún hablamos de silencio de Dios… El dolor es el grito de Dios. Y habría que decirle a Él: «Gracias, Dios mío, por el dolor que me envías, pues con él me has salvado». Él nos salvó con su dolor y nos continúa salvando con el nuestro.

El bien del hombre consiste en entregarse a Dios. Pero esto resulta extraordinariamente difícil. Solo el bien puede proporcionar la felicidad. Por eso la desgracia es tan frecuente. Los felices son siempre pocos, pues pocos son los capaces de entregarse totalmente a Dios. Escribe Lewis: «No somos meras criaturas imperfectas que deban ser enmendadas. Somos, como ha señalado Newman, rebeldes que deben deponer las armas. La primera respuesta a la pregunta de por qué nuestra curación debe ir acompañada necesariamente de dolor es, pues, que someter la voluntad reclamada durante tanto tiempo como propia entraña, no importa dónde ni cómo se haga, un dolor desgarrador».

El primer principio de la educación consiste en «quebrar la voluntad del niño». Esto se puede hacer bien o mal, con suave firmeza o con sórdida crueldad. Pero debe hacerse, pues sin ello no hay educación. El hombre no se ve obligado a quebrar su voluntad para entregarla a Dios mientras las cosas le van bien. El error moral viaja enmascarado y muchas veces no lo advertimos. El dolor, por el contrario, es transparente, nos asalta sin careta, nunca engaña. Nada apresa nuestra atención y absorbe nuestra conciencia como el dolor; ni siquiera el amor.

 


Escribe Lewis: «El dolor no es solo un mal inmediatamente reconocible, sino una ignominia imposible de ignorar. Podemos descansar satisfechos en nuestros pecados y estupideces; cualquiera que haya obser vado a un glotón engullendo los manjares más exquisi-tos como si no apreciara real mente lo que come deberá admitir la capacidad humana de ignorar incluso el placer. Pero el dolor, en cambio, reclama insistentemente nuestra atención. Dios susurra y habla a la conciencia a través del placer, pero le grita mediante el dolor: es su megáfono para despertar a un mundo sordo. El hombre malo y feliz no tiene la menor sospecha de que sus acciones no “responden”, de que no están en armonía con las leyes del universo».

El dolor puede ser también el despertador de la fe. Dice un personaje del «Cuento de invierno» de Shakespeare: «Es necesario que despiertes tu fe. Entonces todo queda en calma». En el fondo, la posibilidad de perfeccionarse a través de las tribulaciones forma parte de la vieja doctrina cristiana.

Es cierto, como reconoce Lewis, que el dolor como megáfono de Dios puede ser algo terrible y conducir a la rebelión definitiva y a la desesperación, pero también puede ser la única oportunidad del malvado para enmendarse y, por lo tanto, salvarse. San Agustín nos enseñó que el alma solo puede ser feliz cuando descansa en Dios, porque Él nos ha hecho para sí. En eso consiste ser criatura. Dice también san Agustín que Dios nos quiere dar cosas, pero no podemos tomarlas porque tenemos las manos llenas de otras cosas. 

En este sentido el dolor es el manotazo que nos arrebata lo que más queremos, pero para que podamos recibir lo único que puede hacernos felices: la entrega total a Dios. Y esta entrega total no es posible sin el dolor. Así, tenía razón Beethoven: «A la alegría, por el dolor». Y si alguien piensa que todo esto es una apología del dolor y del masoquismo, solo le pediría que pensara un poco más.

Por otra parte, imaginémonos un mundo sin dolor. Un mundo así se vería privado de la mayor parte de las cosas buenas. Para empezar, sería un mundo sin compasión y sin heroísmo, probablemente un mundo sin mérito moral. Pensemos en acciones realmente ejemplares. ¿Cuántas de ellas se habrían realizado en un mundo sin dolor? Como afirma Lewis, «el dolor proporciona una oportunidad para el heroísmo que es aprovechada con asombrosa frecuencia».


El dolor no testimonia en contra de la bondad divina. A veces podemos tener la impresión de que a Dios se le ha ido la mano y de que tal vez hubiera bastado con una terapia más suave, pero para que tengamos las manos vacías debe quitarnos todo o, al menos, lo que más amamos. Una vez cumplida su función terapéutica, Dios nos puede devolver algo o mucho de lo que teníamos, incluso todo. Pero entonces ya lo poseeremos de otra manera, a la manera de la criatura, a la manera feliz. La ilusión de la autosuficiencia humana solo puede quebrarse mediante el sufrimiento. El dolor es el último recurso de Dios para hacernos verdaderamente felices, es decir, buenos y sabios, y salvarnos. El dolor es el grito de Dios" IGNACIO SÁNCHEZ CÁMARA es catedrático de Filosofia del Derecho. Artículo publicado en La Tercera de ABC el 6/07/2014.

 


   "El Hijo de Dios sufrió hasta morir, no para que los hombres no sufrieran, sino para que sus sufrimientos pudieran ser como los Suyos" GEORGE MACDONALD. Unspoken Sermons. Cita del prefacio de El problema del dolor, de C.S Lewis.

 ENLACES RELACIONADOS:

El problema del dolor. C.S Lewis

Etty Hillesum, el cielo en medio del Holocausto

Disparando a perros. La misión. Dios está aquí 

Tierras de penumbra. Película completa

Análisis de Tierras de penumbra

El árbol de la vida. El regreso a Dios 

La muerte ha sido vencida

"La pasión de Cristo" Mel Gibson




El Santo Sepulcro

Ojo con tus datos

Etty Hillesum: el cielo en medio del Holocausto

¿Puede ser feliz una persona en un campo de concentración? ¿Puede ver a sus carceleros como personas, y no como enemigos? En medio de todos los horrores que ve en ese lugar ¿puede seguir creyendo en Dios? La respuesta a éstas preguntas es sí. La judía holandesa Etty Hillesum es la prueba de que todo éso es posible, porque descubrió que llevaba a Dios dentro de ella. Y, precisamente, esta experiencia profunda le surgió en los años del Holocausto.

Etty Hillesum murió en noviembre de 1943 en el campo de concentración de Auschwitz, a los 29 años. Los dos últimos años de su vida, en Amsterdam, vivió una profunda renovación interior gracias a haber conocido en marzo de 1941 a Julius Spier, un psiquiatra que le introdujo en la fe. Gracias a esa experiencia, pudo vivir con una poderosa luz interior en medio del terror nazi. 

Conocí la experiencia de esta mujer a través de las referencias que de ella hacía Jacques Philippe, en su libro "La libertad interior". Concretamente, me impactó profundamente una cita que el autor tomaba del diario de Etty Hillesum: 

"Por todas partes se ven carteles en los que se prohíbe a los judíos transitar por los senderos que conducen al campo. Pero, por encima de ese poquito de carretera que nos queda permitido, se extiende el cielo entero. No pueden nada contra nosotros, absolutamente nada. Pueden hacernos la vida muy dura, pueden despojarnos de algunos bienes materiales, pueden quitarnos la libertad exterior de movimientos...;pero es nuestra lamentable actitud psicológica la que nos despoja de nuestras mejores fuerzas: la actitud de sentirnos perseguidos, humillados, oprimidos; la de dejarnos llevar por el rencor; la de envalentonarnos para ocultar nuestro miedo. Tenemos todo el derecho de estar de vez en cuando tristes y abatidos, porque nos hacen sufrir: es humano y comprensible. Y, sin embargo, la auténtica expoliación nos la infligimos nosotros. La vida me parece tan hermosa...y me siento libre. Dentro de mí el cielo se despliega tan grande como el firmamento. Creo en Dios y creo en el hombre, y me atrevo a decir sin falsa verguenza (...) Soy una mujer feliz y ¡sí!, me vuelco en alabanzas a esta vida en el año del Señor (hoy y siempre del Señor) 1942...¿qué año es de la guerra?" 


Estas palabras de una joven judía feliz en la Holanda ocupada por los nazis me sacudió interiormente. ¿Cómo se puede ser feliz en medio de esa barbarie? Mi pregunta interior, de más calado, era: ¿es posible la felicidad en medio del sufrimiento extremo? A partir de entonces busqué todo aquello que me pudiera acercar a la experiencia de esta mujer, hasta que cayó en mis manos el libro "Etty Hillesum. Un itinerario espiritual. Amsterdam 1941-Auschwitz 1943" , un libro de Paul Lebeau que recoge la vida de esta joven y toda su experiencia interior a través de sus diarios y cartas. En él hay pasajes de una belleza espiritual extraordinaria. Inicialmente, me sorprendió su especial sensibilidad hacia todo aquello que le rodeaba, como si en ello viera la presencia constante del Dios que le amaba:

"La lluvia y la tempestad de los últimos días han destrozado el jazmín de detrás de la casa. Sus flores blancas flotan desparramadas más abajo, en los charcos negros que se han estancado sobre el tejado del garaje. Pero en alguna parte de mí este jazmín continúa floreciendo, tan exuberante y tan tierno como en el pasado. Y esparce sus efluvios alrededor de tu morada, Dios mío. ¡Fíjate cómo cuido de ti! No te ofrezco sólo mis lágrimas y mis tristes presentimientos . ¡En este domingo ventoso y grisáceo, te traigo hasta jazmín oloroso! Y te regalaré todas las flores que encuentre en mi camino; son muchas, ya verás. ¡Así te sentirás todo lo bien que sea posible en mi casa! Y para poner un ejemplo al azar: si, encerrada en una estrecha celda, viera flotar una nube a través de la reja de mi estrecha ventana, te la llevaré, Dios mío, si aún tengo fuerzas para ello"

Esta espiritualidad me empezó a recordar a la de Santa Teresita del Niño Jesús. Muestra una vivencia interior profunda de la que era consciente Etty y que bien mostraba en sus escritos:

"Hay en mi un pozo muy profundo. Y en ese pozo está Dios. A veces consigo llegar a él, pero lo más frecuente es que las piedras y escombros obstruyan el pozo, y Dios quede sepultado. Entonces es necesario volver a sacarlo a la luz" En otras anotaciones de su Diario encontramos: "Y ésa es la sensación que yo tengo de forma perpetua y constante: la de estar en tus brazos, Dios mío, protegida, abrigada, impregnada de una sensación de eternidad; como si el menor de mis actos , la palabra más anodina, se inscribiera sobre un fondo de grandeza, como si tuviera un sentido profundo" 

En medio de esta experiencia interior, Etty Hillesum tiene una convicción muy clara que su vivencia la debe irradiar a los demás, no puede guardársela para ella misma: "No basta con predicarte, Dios mío, para exhumarte, para sacarte a la luz en los corazones de los otros. Es preciso despejar en el otro el camino que lleva a ti, Dios mío (...) A veces las personas son para mi como casas con las puertas abiertas (...) Te lo prometo, te lo prometo, Dios mío, te buscaré un alojamiento y un techo en el mayor número de casas posibles".

Corre el verano del año 1942. Esta joven holandesa es testigo cada vez de mayores redadas contra judíos en su barrio. A pesar de ello, no sucumbe al pesimismo y ve un sentido a todo lo que le rodea: "Quieren nuestro total exterminio...¡Está bien!: acepto esta nueva certeza. Ahora lo sé. No impondré a los demás mis angustias, y me abstendré de todo rencor hacia quienes no comprenden lo que nos sucede a nosotros, los judíos. Pero que una certeza adquirida socavada o debilitada por otra. Yo trabajo y vivo con la misma convicción, y encuentro la vida llena de sentido., sí, llena de sentido a pesar de todo, aunque apenas me atrevo a decirlo en sociedad"  


Etty, aunque su vida interior se llene de eternidad, también tiene sufrimientos, pero lejos de vivirlos de forma egocéntrica, los asocia al sufrimiento de toda la humanidad. Y en dicha relación también encuentra un sentido: "Tanto en mis acciones como en mis sensaciones se introduce una pizca de eternidad. No soy la única que está cansada, enferma, triste o angustiada. Lo estoy al unísono con millones de otros seres humanos a través de los siglos. Todo esto es la vida. La vida es bella y está llena de sentido en medio de su absurdo, a poco que sepamos disponer en ella un sitio para todo y llevarla toda entera en su unidad. Entonces la vida, de un modo u otro, forma un conjunto perfecto. En cuanto rechazamos o queremos eliminar ciertos elementos, en cuanto nos entregamos a nuestro gusto y nuestro capricho para admitir tal aspecto de la vida y rechazar tal otro, entonces la vida se vuelve, efectivamente, absurda. En cuanto se pierde el conjunto, todo se vuelve arbitrario"

Etty Hillesum es trasladada a Westerbork, un campo de transición hacia Auschwitz. Allí continúa, inalterable, su itinerario interior: "Solo queria decirle esto: la angustia es grande y, sin embargo, por la noche, por la noche, cuando el día transcurrido se ha hundido detrás de mí en las profundidades, me sucede a menudo que bordeo con paso ágil las alambradas, y siempre siento ascender de mi corazón-sin que yo pueda hacer nada, porque es así, todo eso procede de una fuerza elemental-el mismo hechizo: la vida es una cosa maravillosa y grande. Después de la guerra, tendremos que construir un mundo enteramente nuevo"


Finalmente Etty Hillesum es trasladada a Auschwitz, donde finalmente morirá. Diecinueve días antes de esta deportación final, desde el campo de Westerbork, escribe estas palabras: "Dios mío, Tú que me has enriquecido tanto, permíteme también dar a manos llenas. Mi vida se ha convertido en un diálogo ininterrumpido contigo, Dios mío, un largo diálogo. Cuando me encuentro en un rincón del campo, con los pies plantados en tu tierra y los ojos elevados hacia tu cielo, el rostro se me inunda a menudo de lágrimas, único exutorio de mi emoción interior y de mi gratitud. También por la noche, cuando acostada en mi litera me recojo en Tí, Dios mío, lágrimas de gratitud inundan a veces mi rostro, y eso es mi oración". 




 
"Ella muestra un camino de unión con Dios en medio de un mundo de sufrimientos horribles. En el campo de concentración en Holanda, donde había a veces diez mil hombres, mujeres y niños judíos que esperaban el tren que les llevaría a Auschwitz, ella habla de su experiencia de Dios. No grita a Dios con rabia, no suplica a Dios que venga en su ayuda. Revela a un Dios que espera a la puerta de nuestros corazones, que espera que abramos nuestros corazones para que pueda entrar dentro nosotros para darnos su paz. El único deseo de Etty es ayudar a cada persona a descubrir que ella “es una casa donde Dios vive”. JEAN VANIER, Etre prophète aujourd’hui (Ser profeta hoy), mayo de 2003.

 "Pienso también en la figura de Etty Hillesum, una joven holandesa de origen judío que morirá en Auschwitz. Inicialmente lejos de Dios, le descubre mirando profundamente dentro de ella misma y escribe: «Un pozo muy profundo hay dentro de mí. Y Dios está en ese pozo. A veces me sucede alcanzarle, más a menudo piedra y arena le cubren: entonces Dios está sepultado. Es necesario que lo vuelva a desenterrar» (Diario, 97). En su vida dispersa e inquieta, encuentra a Dios precisamente en medio de la gran tragedia del siglo XX, la Shoah. Esta joven frágil e insatisfecha, transfigurada por la fe, se convierte en una mujer llena de amor y de paz interior, capaz de afirmar: «Vivo constantemente en intimidad con Dios». BENEDICTO XVI. Audiencia general del 13 de Febrero de 2013


Enlaces relacionados:

Etty Hillesum, la judía que encontró a Jesucristo en el abismo del Holocausto

El diario de Etty Hillesum: buscar a Dios en el Holocausto 

Etty Hillesum o el camino interior 

Etty Hillesum, vista por Jean Vanier

Centro Etty Hillesum


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El Convoy. Película íntegra

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Jesucristo sigue curando enfermos

La Unión Europea adopta la ideologia sexualista de la OMS

  
"La Organización Mundial de la Salud (OMS) considera que los padres que viven en los 53 países de la región europea, incluidos nosotros, no son capaces de asumir la educación sexual de sus hijos. Por eso, y para garantizar niveles homogéneos de educación, la OMS ha elaborado un documento que se titula “Estándar para la Educación Sexual en Europa”. Este documento fomentará la creación de programas curriculares que nuestros hijos deberán tomar en la escuela, como se toman las clases de matemáticas o de italiano. ¿Tenemos que agradecer a la OMS por esta iniciativa? Absolutamente no, al contrario, debemos hacer oír nuestra voz de desaprobación total.

El habitual engaño de las palabras
Para comprender los presupuestos antropológicos de estos estándares es esencial leer las páginas introductorias. Al comienzo del texto se usa una terminología engañosa. Se habla de educación sexual "holística". Un término hermoso porque —dado que holístico significa unitario— trae a la mente la idea de que dicha educación se insertará en la visión unitaria de la persona humana, en la que la sexualidad es un aspecto fundamental, pero no independiente. En realidad la OMS utiliza el término holístico de esta otra manera: «un enfoque holístico, basado en el concepto de sexualidad como un ámbito del potencial humano, ayuda a madurar a niños/as y jóvenes en aquellas habilidades que les permitan determinar de manera autónoma su propia sexualidad y sus relaciones en las diversas etapas de su desarrollo. Un enfoque holístico apoya el empoderamiento de los niños y jóvenes para que puedan vivir la sexualidad y las relaciones íntimas de forma gratificante y responsable al mismo tiempo».

Encontramos, por tanto, que en la base de la educación sexual de la OMS hay una idea de sexualidad entendida como "potencial”, es decir, una sexualidad que será determinada por cada sujeto. Nosotros siempre hemos creído que Dios creó al ser humano como varón o mujer. Por lo tanto, el hombre no elige si ser varón o mujer, sino que lo es por naturaleza. Este fundamento de la sexualidad forma parte de la humanidad desde siempre, también independientemente de las creencias religiosas, pero hoy ya no es aceptado como un dato real y se niega por la moderna visión sexual. Ser varón o mujer no es más el resultado de una realidad que es dada, sino que es fruto de una elección. Los presupuestos de este documento, por tanto, son los de la ideología de género. El objetivo de esta visión holística es también la creación de una sociedad equitativa, que debe aprender a aceptar todos los tipos de sexualidad, incluida, evidentemente, la homosexualidad. Este es el relativismo ético según el cual cada elección es buena y debe ser respetada, siempre que sea una elección libre.

 

La separación de la naturaleza puede ser trágica
En otra parte muy interesante del documento se afirma que: «En los países de Europa occidental la introducción de la educación sexual en las escuelas coincidió en gran medida con el desarrollo y la generalización del acceso a los anticonceptivos modernos y fiables, en particular "la píldora", así como la legalización del aborto en la mayoría de los estados en los años 70 y 80 del siglo pasado. Estas innovaciones han abierto nuevas oportunidades para separar la sexualidad de la reproducción, dando paso, en torno a los años 70, a la "revolución sexual" y, junto con otros factores, han impulsado el proceso de emancipación de la mujer".
Se observa, por lo tanto, un segundo punto, que es la separación de la sexualidad de la posibilidad de la procreación. La mujer se emancipa si logra vivir su sexualidad sin el riesgo de quedar embarazada. Nosotros no podemos apoyar esta forma de pensar. De hecho, la sexualidad, además de ser dada por la naturaleza, tiene en ella misma, en la relación sexual, la posibilidad de una nueva vida. Este hecho está presente por "naturaleza". La visión moderna de la sexualidad busca separarse de la naturaleza, es decir, de la realidad original ya presente, no sólo en la diferenciación entre varones y mujeres, sino también en la posibilidad de la procreación.

Parece claro que si los presupuestos son erróneos, también las consecuencias estarán equivocadas. En el recuadro que publicamos a parte está la relación de afirmaciones más peligrosas presentes en el documento. Es bueno pensar en recuperar este aspecto de la educación de los hijos, que probablemente habíamos olvidado y que no podemos delegar a nadie, ni a la escuela ni, mucho menos a la OMS" PAOLO PESCE Artículo publicado el 16/12/2013 en el Observatorio Internacional cardenal Van Thuan

Artículo relacionado: La nueva oligarquía mundial


 

Estándar de Educación Sexual en Europa
Indicaciones prácticas


A continuación presentamos algunas citas textuales de las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud sobre la educación sexual de niños, adolescentes y jóvenes. Parecen cosas prohibidas a menores de 18 años, pero son actitudes que según la OMS se debería promover en las escuelas, desde las de la primera infancia.

0-4 años:

  • Transmitir información sobre gozo y placer en tocar el propio cuerpo, masturbación infantil temprana; sobre el derecho de explorar las identidades de género.
  • Hacer capaces de expresar sus necesidades, deseos y límites, por ejemplo en el "juego el doctor".
4-6 años:

  • Transmitir información sobre el gozo y el placer en tocar el propio cuerpo; masturbación infantil temprana; relaciones con personas del mismo sexo y diferentes tipos de relaciones familiares.
  • Ayudar al niño a desarrollar y consolidar una identidad de género y a respetar la equidad de género.
  • Informar que los valores y normas cambian de país en país y de cultura en cultura (relativismo ético).
6-9 años:

  • Desarrollar una identidad de género positiva y el concepto de "sexo aceptable" (mutuamente consentido, voluntario, equitativo, adecuado a la edad y al contexto, caracterizado por el respeto de sí mismo).
  • Facilitar la idea básica de la anticoncepción y los distintos métodos anticonceptivos.
  • Informar sobre el gozo y el placer en tocar el propio cuerpo (masturbación/auto-estimulación).
  • Transmitir información sobre relaciones sexuales e informar sobre las enfermedades vinculadas a la sexualidad.
9-12 años:

  • Informar sobre los distintos tipos de anticonceptivos y su utilización.
  • Capacitar en utilizar preservativos y anticonceptivos correctamente en el futuro.
  • Proporcionar información sobre la primera experiencia sexual; orientación de género; placer, masturbación, orgasmo; diferencia entre identidad de género y sexo biológico, amistad y amor con personas del mismo sexo; síntomas, riesgos y consecuencias de las experiencias sexuales no protegidas, desagradables y no deseadas (infecciones, embarazos, etc.).
  • Capacitar en tomar decisiones conscientes sobre tener o no tener experiencias sexuales.
12-15 años:

  • Transmitir información sobre cómo disfrutar de la propia sexualidad.
  • Capacitar en conseguir anticonceptivos, hacer una elección consciente y utilizarlos correctamente; disfrutar de la sexualidad.
  • Desarrollar una visión personal de la sexualidad, que sea flexible, en una sociedad en transformación.
15 años a más

  • Transmitir información sobre embarazo (también en las relaciones homosexuales) y esterilidad, aborto, anticoncepción, anticoncepción de emergencia. DERECHO A ABORTAR.
  • Capacitar en aceptar los propios sentimientos homosexuales o bisexuales.
  • Desarrollar una visión crítica de las distintas normas culturales y/o religiosas sobre el embarazo, la paternidad, etc